Celebraciones bajo control
Está claro que en época de celebraciones nadie va a renunciar a caer en ciertas tentanciones; ¡ni siquiera los que más se cuidan!
Ahora bien, como en casi todas las cosas de la vida, los excesos solo tienen sentido si se aplica el sentido común. Una cosa es pasarse un poco y otra muy distinta es aprovechar la ocasión para descontrolarse de manera irracional sin preveer las consecuencias en la salud, el bienestar y el peso.
Aquí tienes una lista de ideas y trucos para enfrentarte con inteligencia a las “comilonas” familiares.
Procura hacer un par de días detox antes de que llegue la primera celebración.
Incluye mucha fruta, verdura y complementos a base de plantas como la alcachofa, el abedul o la cola de caballo.
- Desayuna bien. La idea “hoy me salto el desayuno porque después voy a comer mucho” es un error se mire como se mire. Llegarás a la mesa con mucho apetito y será peor el remedio que la enfermedad.
- Bebe un gran vaso de agua unos 15 minutos antes de comer, y si estás a dieta, toma un par de cápsulas de un buen bloquejador de calorias a base de chitosán.
- Si eres tu quién va a cocinar, no improvises. Un menú festivo no tiene porque ser excesivamente graso. Por ejemplo, es mejor el marisco que el foie, las ensaladas mejor que los entremeses, verduras de guarnición mejor que patatas fritas, etc.
- Ser prudente con el alcohol y con la cantidad de comida que pones en el plato es un detalle muy importante, no solo para tener en cuenta estos días, sino para adquirir el hábito de forma cotidiana. Como dice la famosa frase: ¡El veneno está en la dosis!
- Elige un solo postre de todos los que te ofrezcan; turrones, mazapanes, polvorones, bombones... son muy calóricos y no aportan casi ningún nutriente interesante.
Recuerda, se puede disfrutar de las celebracions sin necesidad de perder el control.
¡Buenas fiestas y muy buen provecho!