¡Toma castaña!
El otoño y el invierno no serían lo mismo sin las castañas, un fruto seco de alto valor energético, rica en vitaminas y baja en grasas que nos aporta energía para rendir más y protegernos del frío del invierno.
Y aunque la mayoría de nosotros nos limitamos a comer castañas para la fiesta de Todos los Santos su temporada se alarga hasta finales de enero. Además de crudas y tostadas, las podemos comer asadas, hervidas y al vapor, y es protagonista de las cartas de la cocina de vanguardia durante esta época del año.
Energía baja en calorías y un gran alimento para el cerebro
Los beneficios de las castañas son un poco diferentes a los de la mayoría de frutos secos, tienen menos grasas, mucha agua y aportan fundamentalmente, hidratos de carbono.
- Su componente principal son los carbohidratos de tipo complejos que permiten que el organismo los absorba lentamente manteniendo los niveles de azúcar equilibrados, aportándonos energía para funcionar a pleno rendimiento durante horas y quitándonos la sensación de hambre.
- Tiene menos proteínas y grasas que el resto de frutos secos, que la hace menos calórica que otras. Cada 100 gramos de castañas comestibles aportan 190 kcal, mientras que otros frutos secos como las almendras, las avellanas o las nueces rondan las 500 kcal.
- Destaca su contenido en potasio, que evita la retención de líquidos y es recomendado en casos de hipertensión y en hierro que permite prevenir la anemia y los dolores de cabeza asociados a este problema.
- Contiene ácido fólico, beneficioso para la formación del feto durante el embarazo.
- Fuente de vitamina B que puede aprovecharse totalmente si se consumen crudas y contribuye a paliar la apatía de esta época. La vitamina B2 es antioxidante y beneficiosa para el cuidado de la piel.
- Tiene una gran cantidad De fibra que permite mejorar el tránsito intestinal, pero hay que moderar su consumo en caso de personas con estómago delicado porque les podría provocar gases y malestar. La mejor manera de prevenir estos efectos secundarios es con una cocción larga para ayudar a una mejor digestión.