¿Cómo dormir mejor a la vuelta de las vacaciones?
Después de las vacaciones, el estrés y los cambios de ritmo que comportan la vuelta a la normalidad nos impiden, a menudo, dormir bien y descansar por la noche. Durante el período vacacional tendemos a dejar de ser ordenados en el sueño: ahora salimos a cenar fuera, mañana a tomar una copa… Cada día es una excusa para ir a dormir más tarde de lo habitual y modificar nuestros horarios. Además, el calor sofocante del verano no ayuda a nuestro sueño.
Para que la vuelta a la normalidad nos sea más placentera y tranquila, es necesario recuperar el orden perdido y empezar a dormir bien. Para eso, cosas tan elementales como cuidar nuestra alimentación, tener en cuenta el ambiente del dormitorio, unas rutinas de sueño, etc. pueden conseguir que durmamos mucho mejor.
Una de las primeras cosas que debemos tener en cuenta antes de acostarnos es que, como dice el médico Estivill, tenemos que “preparar el sueño”. Cuando nos acostamos tenemos la mala costumbre de repasar mentalmente cómo nos ha ido el día, pensar qué debemos hacer mañana, mirar el correo… ¡Y pretendemos que al apagar la luz nuestro cerebro pare de pensar y se ponga a dormir!
Evidentemente, esto no es posible. Para conseguir un buen dormir nuestra cabeza necesita entre 2 y 3 horas para poder realizar la desconexión de toda su energía mental. Así que nuestra primera recomendación para un sueño reparador será no comprobar aparatos electrónicos antes de irnos a dormir y dejar de convertir nuestra cama en un despacho.
Por otro lado, como hemos dicho, el ambiente en el que vamos a dormir tiene muchos factores a tener en cuenta: por ejemplo, la temperatura de nuestro dormitorio es vital para conseguir relajarnos y descansar. A la hora de iniciar el sueño, nuestro cuarto deberá tener unos 18ºC y, a ser posible, estar cómodo, sin ruidos y totalmente a oscuras, pues la melatonina se activa a lo largo de la noche cuando detecta oscuridad.
El ejercicio diario es muy beneficioso. Aún así, es poco recomendable justo antes de ir a dormir, pues estimularía nuestra circulación y nos activaría.
Es importante recuperar la rutina diaria que comentábamos al principio: nuestro cuerpo tiene que seguir unos horarios y descansar las mismas horas cada día. El Dr. Eduard Estivill recomienda también seguir “rituales de sueño”, como lavarnos los dientes, ajustar el despertador o preparar la ropa para el día siguiente. Todas estas acciones sin importancia ayudan a que nuestra cabeza se prepare para el descanso.
Así que ya sabes, si eres de los que has vuelto de vacaciones con los horarios descolocados y no puedes conciliar el sueño, empieza a poner en práctica estos pequeños consejos y… ¡a dormir!