¿Cómo evitar el reflujo?
El reflujo gastroesofágico es una afección que sufre una gran parte de la población y que provoca síntomas muy molestos, como acidez estomacal, dolor en el pecho o dificultad para tragar. El reflujo ocurre por un funcionamiento incorrecto del esfínter esofágico, un músculo que se encuentra entre el estómago y el esófago.
Este músculo se abre para que la comida pueda pasar al estómago y se cierra una vez cumplida esta función, evitando que los ácidos y los alimentos consumidos suban al esófago. El esfínter esofágico o cardias puede sufrir alteraciones que impiden que funcione correctamente. Así, el músculo se relaja a destiempo, permitiendo el paso del ácido gástrico al esófago, siendo este precisamente el motivo del reflujo.
Causas del reflujo
La aparición del reflujo gastroesofágico puede deberse a la presencia de diferentes elementos que alteran el funcionamiento del cardias o esfínter esofágico. Existen diferentes factores de riesgo para esta patología, como la obesidad, el embarazo o los trastornos del tejido conectivo. Además de ello, diferentes costumbres en la rutina diaria pueden desencadenar la presencia de reflujo.
Comer demasiado rápido
En primer lugar, una de las causas más comunes de la aparición del reflujo es una ingesta demasiado rápida de la comida. Al comer a una gran velocidad, el esfínter esofágico debe abrirse y cerrarse repetidamente durante muy poco tiempo. Esto hace que se altere su funcionamiento y que permita el paso del ácido gástrico.
Ingesta de ciertos alimentos
Por otro lado, existen algunos alimentos que favorecen la aparición de los síntomas del reflujo. Dentro de ellos se encuentran los alimentos grasos, como las frituras, los embutidos o la comida preparada. La gran cantidad de grasa que contienen dificulta el trabajo del estómago, por lo que su ingesta puede desencadenar en la producción de reflujo gastroesofágico. Asimismo, los alimentos con una gran cantidad de azúcar son también causantes del reflujo, como la bollería industrial, los helados, el chocolate o los refrescos.
No son solo las comidas poco saludables algunas de las causantes del reflujo, sino que también pueden propiciar su aparición ciertos alimentos propios de una dieta sana. En esta línea, las verduras o frutas muy ácidas son también perjudiciales para el reflujo. Así, conviene evitar el tomate, los cítricos, la cebolla, los pimientos o los frutos rojos. En el caso de las frutas cítricas, se debe a que contienen grandes cantidades de vitamina C, la cual, a pesar de ser necesaria para las defensas, aumenta la acidez gástrica.
En esta misma línea, la comida picante como la mejicana o la india son también perjudiciales para esta problemática. El picante provoca acidez, por lo que es conveniente no abusar de su ingesta y sustituir ciertos aderezos por otros más suaves, como el orégano.
Por otro lado, el café y todas aquellas bebidas y comidas que contengan cafeína entran dentro de los alimentos desencadenantes del reflujo gastroesofágico. El motivo es que dicha sustancia es perjudicial para la barrera del estómago. Por último, también es aconsejable evitar el consumo de alcohol.
Otras prácticas comunes
Más allá de los alimentos y de la forma de ingerirlos, también existen otros hábitos causantes del reflujo gastroesofágico. Una de ellas es tumbarse nada más haber terminado de comer. Es recomendable esperar un promedio de 2 o 3 horas desde la cena hasta la hora de acostarse. Sobre todo, es conveniente evitar dormir en decúbito lateral derecho.
Consejos para evitar el reflujo
Realizar cambios en la dieta
En primer lugar, es fundamental realizar cambios en la dieta. La alimentación deberá estar basada mayoritariamente en la toma de frutas y verduras, evitando las mencionadas anteriormente. Concretamente, son muy beneficiosas ciertas frutas como los plátanos, las peras o las manzanas. Respecto al aporte de proteínas, es conveniente acudir a pescados y carnes con un nivel bajo de grasas, como el pollo, el pavo, la merluza o el bacalao. También son beneficiosos los cereales integrales, puesto que evitan que el estómago trabaje en exceso.
Respetar un tiempo mínimo entre el reposo y la ingesta de comida
Tal y como hemos comentado antes, es importante controlar la postura a la hora de dormir y esperar un tiempo entre la ingesta de comida y el descanso. Además, dormir con la cabeza algo elevada disminuye el riesgo de reflujo.
Productos a base de extractos naturales
Además de todos estos remedios naturales, se puede optar por la toma productos que ayudan a prevenir el reflujo, como Aquilea Antiácido. Se trata de un producto sanitario para el tratamiento rápido de la hiperacidez y el reflujo gastroesofágico que protege la mucosa gástrica. Está compuesto por calcio, magnesio, ácido hialurónico y aloe vera, que ayudan a reducir los molestos síntomas de dolor estomacal o la sensación de quemazón. En cuanto a su uso, se recomienda la toma de 1 o 2 comprimidos después de las comidas durante un periodo máximo de 30 días.
Aquilea Antiácido
Es un producto sanitario indicado para el tratamiento del reflujo y la hiperacidez.